La inteligencia emocional es importante para todo el que tome un camino de autorrealización o crecimiento personal. Una persona emocionalmente fuerte, no utiliza el victimismo, no culpa a los demás de sus problemas, toma la rienda de su vida y maneja sus sentimientos usando la coherencia y la congruencia, escucha su voz interna y se deja guiar por ella.
Para llegar a ser un ser humano emocionalmente fuerte, es necesario aprender a poner límites, aprender a decir No y a no jugar el caprichoso juego del victimismo. La vida presenta muchos desafíos, a veces caemos y queremos culpar a otros del rol que juegan como maestros para ayudarnos a vernos mejor. Todo es una proyección de nuestra propia consciencia manifestándose para limpiar las sombras que residen en nosotros y que necesitan iluminarse.
Cada día es una oportunidad para fortalecernos emocionalmente con los desafíos de la vida, con lo que duele, con lo que nos toca. Caminar el sendero del héroe, requiere de fuerte armadura interna, de fuerza de voluntad, silencio y amor, de estar atento a los ataques de miedo y la ansiedad que se presentan en el camino. Cuando todo en la vida se pone denso y obscuro podemos dudar y perder la fe y la confianza en ese orden divino que lo sostiene todo. Es en esa noche obscura, con frio, a solas y con miedo que puedes quitarte la piel y nacer de nuevo a una consciencia superior que te dará como premio inteligencia emocional y paz.
Jacqueline Disla