La Sabiduría de la Diosa

La necesidad que toda mujer tiene de estar sintonizada tanto en su mundo interno como externo puede desarrollar una negatividad emocional que le puede crear tristeza, depresión y ansiedad. Las mujeres tenemos la necesidad de estar en armonía con el mundo, con los secretos de la vida, sintonizadas con la creación y su magia y estar al servicio de la vida, nutriendo, sosteniendo y fortaleciendo los vínculos de la vida y la muerte como parte de la vida misma.

La forma de pensar del género masculino es lineal, es una mente focalizada en algo, se enfoca en alcanzar metas y lograr objetivos. La mente femenina es cíclica y relacional, entabla una relación con todo a su alrededor, percibe todo en su totalidad y puede mantener una relación con diferentes cosas al mismo tiempo.

La necesidad de la mujer en los últimos anos de igualarse con los hombres, de educarse y adquirir estudios para hacerse un profesional y ser competitiva en un mundo dirigidos por hombres centraron sus energías en pensar de forma lineal, en una forma masculina. Lamentablemente, esta forma linear no armoniza con la naturaleza femenina que es circular y en lo más profundo de cada mujer hay una voz interna que le recuerda que algo no está bien creándole así ansiedad y estrés y una sensación de que no encaja en este mundo de hombres.

Toda mujer merece vivir una vida plena y consciente de su ciclicidad, sentir su conexión con la madre tierra y sanar las heridas ancestrales que hemos heredado para sanarlas y liberarlas.   En las células de cada mujer se encuentra una rica herencia ancestral llena de sabiduría lista para despertar a la Diosa que todas llevamos dentro. Escucha su llamado y Amate como mujer en este mundo de hombres.

La clave está en volver  a la feminidad mística, profunda, a la de Perséfone. Volver al centro de nosotras mismas, sanarnos, redimirnos y transformarnos. Una mujer despierta puede aportarle luz al mundo en el que vive y transformar la tierra.

 

Jacqueline Disla